Alecciono a España sobre Trump

España está interesada en Donald Trump. Entiendo por qué. Ignoraba muchos conflictos de Europa mientras viajaba en tranvías al otro lado del mundo, pero presté atención cuando Reino Unido votó por el Brexit. La psicología de la Península Iberica podría ser similar. Los españoles tienen sus propios problemas, poco tiempo para preocuparse por Citizens United, Merrick Garland, y otros asuntos de Tío Sam.

Trump es diferente, especial, inusual. He contestado muchas preguntas sobre él. Algunos españoles me han expresado su miedo.

Lo siguiente es la perspectiva de un americano sobre la campaña de Trump. Si traduzco mi brilliante prosa al español, tendré un enlace para los madrileños curiosos.

Soy inexperto, escribo sin una autoridad especial. Soy un Yankee con opiniones, nada más.

EL AISLAMIENTO

Primero, por favor, recuerdo que los americanos viven en un aislamiento relativo. Océanos inmensos separan los Estados Unidos del “mundo nuevo” desde Europa y Asia. Solo el 30% de los americanos tienen pasaportes. Los americanos popularizaron sus propios deportes: baseball, en lugar de cricket, y futbol Americano.

El aislamiento puede promover una vision mundial distorsionada. Crecí con la convicción de que los americanos hablan inglés sin acento, y que los Estados Unidos merecían la mayoría del honor para la victoria de los Aliados en Europa en la Segunda Guerra Mundial.

Intencionalmente o no, los principales medios de la prensa pueden más fácilmente engañar a los americanos que a los europeos urbanitas plurilingües. Recuerdo la rabia y el shock expresado durante la crisis de rehenes en Irán en 1979, pero dudo que pocos de mis compatriotas sepan que décadas antes la CIA había dirigido el derrocamiento del líder elegido democráticamente por Irán.

PERSIGUIENDO LA EMBRIAGUEZ DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Un ex adicto de drogas me dijo pensativamente una vez que él había malgastado veinte años persiguiendo el éxtasis de recordar su primera intoxicación. Creo que EEUU ha pasado setenta años persiguiendo su propia memoria mitificada de su papel en la estupenda “buena” Segunda Guerra Mundial. Soldados americanos sufrían tan horriblemente en esta guerra como los soldados en otra partes, pero el continente estadounidense surgía con pocas heridas. EEUU podría disfrutar después de una gloria merecida: EEUU fue la nación con el sombrero blanco, el héroe mundial.

Creo que esta autoimagen animó a EEUU mientras tomaba una iniciativa beligerente y no introspectiva en la “guerra” en contra del comunismo, y gradualmente malgastó su buena reputación en Corea, Vietnam, Irak, y a través de los excesos de la CIA en el Tercer Mundo. Tambien, EEUU ignoraba el aviso del presidente Eisenhower de un complejo militar-industrial, y financiaba un enorme presupuesto para la “defensa” que permanece gigante tras la Guerra Fria, y hoy devora más del cincuenta porciento de los gastos discrecionales federales. Una fuerza que consuma una porción tan grande de la riqueza de otra nación podría buscar enemigos sin fin — para tomar prestada la frase de Jonathan Kwitny — para justificar su existencia.

Las incursiónes trágicas y desastrosas de EEUU en Vietnam y Irak animaba desconfianza y cinismo corrosivo. Correctamente o no, millones de personas en mi país creen que las élites conspiraron en el asesinato del presidente Kennedy, promoviendo el tráfico de drogas en los barrios pobres de EEUU para financiar los Contras, encubriendo los hechos del disastre de TWA Vuelo 800, y orquestando los ataques del 9-11. En 1958, casi tres cuartos de los americanos dijeron que podrían confiar en su gobierno. Hoy solo uno de cinco dice lo mismo.

FIASCO EN IRAK

Creo que la guerra en Irak fue una desilusión especialmente para la derecha. Su propio presidente Republicano había proclamado la guerra contra un enemigo con “armas de destrucción masiva.” Pero nunca se descubrieron reservas de esas armas. La guerra no ha tenido sentido, ha sido un fraude, ya que luchaba por unas razones falsas. Una mente apenas puede comprender al elcance y la escala del desastre en Irak: la infamante, obscena, pérdida criminal de vida; el despilfarro de fondos demasiado grande para la imaginación de un contador profesional; las consecuencias perdurables y amenazantes que han resultado en la fortaleza del ISIS.

Los Republicanos se tambalean. A ellos no les gusta Hillary Clinton. No son Demócratas. Se mantienen firmes en defender las verdades de su partido: la importancia de la independencia y la responsibilidad personal, la creencia de que una libre empresa meritocracia ayudaba a algunas compañias americana a adquirir más grandeza, y la creencia de que un individuo trabajador y sin vicios pueda hacer una carrera, crear empleo, cumplir su sueño americano. Tambien, se mantienen firmes en defender sus iglesias, en un espacio público descontrolado que sirve pornografia a niños de diez años, que anima a la prensa a publicar todas las depravaciónes — asesinos en serie, asesinos de policia — para conseguir más vistas en internet.

Pero la propia casta Republicana ha motivado la guerra en Irak.

¿A quién votar?

Entra Donald Trump, hombre de negocios exitoso, quizás originalmente solo un candidato protesta. Trump critica la casta Republicana por el fiasco de Irak, no sigue una filosofia previsible, y es politicamente incorrecto sobre asuntos del terrorismo, la inmigración y otras cuestiones. Es obvio que la prensa detesta a Trump, pero quizás algunos votantes enojados pueden pensar que el odio periodístico es un punto en su favor. ¿La prensa ha admitido su papel de propaganda para la guerra? ¿La prensa ha ofrecido una imagen honesta del papel de EEUU en Oriente Medio? Si la prensa le detesta, tal vez Trump no es tan malo.

CODA

Me he registrado en el servicio expatriado de FVAP para votar con resignacíon por Hillary Clinton. Pienso que probablemente gane, pero entiendo que ataques terroristas o revueltas puedan motivar la votación por Trump, y entiendo tambien que él pueda acortar distancia en los debates. Regularmente echo un vistazo en las encuestas, y les sugiero a los españoles que lo hagan tambien.

Quizás una presidenta como Hillary puede unicamente posponer la crisis. Nunca he tenido adversión hacia ella, pero reconozco que otros americanos la tienen. Los Republicanos que han sido destituidos de sus oficinas podrían culpar a la mujer impopular en la casa blanca de los problemas del mundo durante cuatro años. Un EEUU peligrosamente enojado y disgustado probablemente pueda llegar estarlo más en el futuro.

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editado 13/9/2016: correcciones gramaticales

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